En estos últimos años, se ha generado una tendencia hacia una mayor movilidad laboral, generando una “cultura de paso” por distintos cargos. Cultura que de una u otra forma incluye a los Agrónomos (Ver: ¿Cuánto dura un agrónomo en su cargo?).
Para los Agrónomos (o la sucesión de ellos), que se sienten de paso, los resultados financieros de corto plazo, adquieren un rol protagónico en su gestión, en desmedro de la rentabilidad de largo plazo y/o la sustentabilidad de los predios. Su principal meta es lograr maximizar las utilidades durante la temporada, para alcanzar el bono y/o resultados para optar por mayores responsabilidades.
Coincide, que, en muchas ocasiones por falta de conocimientos agrícola y/o experticia en el tema, los dueños, socios o directores, premian y castigan la gestión, basados, principalmente, en los resultados económicos de la temporada (ingreso – egresos). Si se evalúa al Agrónomo, sólo en base a métricas financieras, él tenderá a dejar de lado, la generación de valor intangible en el predio.
¿Cuál es el valor intangible de los predios?
Es aquel poco medible, no se puede dimensionar su valor. Dentro del valor intangible, que corre peligro por la rotación de agrónomos y/o la alta preocupación por el corto plazo, podemos encontrar;
- El valor de la fertilidad de los suelos (sus aspectos físico, químico y biológico).
- El valor de las reservas de las plantas y el desarrollo de su estructura radicular.
- La distribución floral, que se ve perjudicada por las estrategias de poda.
- El conocimiento, manejo, diseño y ajustes alcanzados en el riego del predio.
- El conocimiento adquirido sobre el manejo integrado de plagas en el predio.
- La cultura & conocimientos de la empresa, el conocimiento del mercado, el desarrollo de talentos, el ambiente laboral, la innovación, relaciones, entre otros…
En un medio de tendencias inciertas, factores inestables y mercados turbulentos, una visión de corto plazo no es sustentable. El valor intangible de los predios, incide positivamente sobre la rentabilidad de largo plazo y/o la sustentabilidad del ecosistema, entre otros.
¿Qué pasa en los predios con la rotación de agrónomos?
Hay que tener en cuenta, que cada vez que un agrónomo deja un predio, se produce un gran retroceso. Entre otros, se pierde:
- La relación y el conocimiento del equipo (capacidades, habilidades, actitudes, potenciales…), los proveedores y los clientes (tiempos, calidad, requerimiento, confianzas…).
- La experiencia adquirida con los contratistas (formas de trabajo, rendimientos, tratos,…).
- La convivencia con los vecinos (a veces muy difícil).
- El conocimiento de la disparidad de suelos (clave en suelos de origen aluvial) y/o micro climas del predio.
- El entendimiento del comportamiento de las plantas, plagas y enfermedades.
El agrónomo también pierde con la rotación.
Un agrónomo que no logra apreciar las repercusiones de sus decisiones en el mediano y largo plazo, no logra potenciar su experticia, sabiduría y capacidad de proyección predial. Por ejemplo;
- Una poda podría incidir en la producción y calidad de 3 – 5 años.
- Equilibrar un suelo, es un trabajo de varios años.
- Las decisiones de plantación repercuten 20 – 30 años, lo que dure el predio.
Se dice que sólo después de tres años, se puede comenzar a visualizar, los efectos reales del criterio o manejo implementado por un agrónomo.
¿Qué otros aspectos crees que se afectan?
Mis saludos
GABRIEL RAFFO CALDERÓN
Greenhands Consulting
Selección de Ingenieros agrónomos y Técnicos agrícolas
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3 comentarios
Gabriel, comparto totalmente tu comentario al respecto, un abrazo.
Jorge
Muy cierto, especialmente en un predio de frutales, los resultados se ven después de temporadas de trabajo sistemático. Lamentablemente, no se puede esperar que un profesional se quede más allá de la proyección que ofrece el predio, tanto por tamaño, posibilidad de ascenso en la administración o por intereses de desarrollo personal y profesional.
Las empresas que emplean agrónomos como jefes de campo, administradores generales, etc, deben ser autocríticas y evaluar la proyección de cada cargo de terreno, de lo contrario se enfrentarán siempre a rotaciones. Idealmente deben tener en cuenta el desarrollo de carrera dentro de la empresa, o asumir que el puesto en cuestión tendrá una rotación mayor a la deseada.
Siempre he pensado que la relación entre el agrónomo y su trabajo debe transformarse, un agrónomo para ser parte de un proceso debería contratar con la agroempresa no un salario si no un porcentaje sobre la producción final. Así, viviría y sentiria los procesos de una manera diferente ya que estaría en juego el progreso del productor y su propio desarrollo.