El Nitrógeno es un macroelemento esencial para el desarrollo de cualquier especie vegetal, su importancia radica en la cantidad de funciones que cumple en la planta y su deficiencia afecta directamente el crecimiento y desarrollo de esta.
Este elemento se mueve principalmente por flujo de masas y entra por lo general fácilmente a la planta. Dentro de ella, se encuentra principalmente como reserva en vacuolas, nitrógeno estructural o proteínas.
El Nitrógeno Estructural: El centro de la clorofila es un magnesio el cual está soportado por cuatro átomos de Nitrógeno. Es por esta razón que muchas veces la deficiencia de Nitrógeno se puede observar en hojas de color amarillo o que han perdido su verdor, al tener un fitocromo estructuralmente desprotegido se ralentiza un sinnúmero de procesos en la planta, como es la fabricación de azúcares y posterior generación de proteínas.
El Nitrógeno de proteínas: El nitrógeno tiene una segunda vía de funcionamiento, en conjunto con los azúcares resultantes de la fotosíntesis, se generan aminoácidos los cuales unidos por enlaces péptidos generarán proteínas, estas serán partes de enzimas, estructuras de crecimiento, partes de otras proteínas complejas, órganos etc.
Problemas en el manejo del Nitrógeno
El nitrógeno tiene una movilidad alta dentro del suelo y agua, por consiguiente, sus pérdidas pueden ser considerables por lixiviación y volatilización.
Las pérdidas por lixiviación pueden llegar al orden del 50%, es decir, si aplico 100 unidades de nitrógeno, puedo perder 50 unidades en dos a tres semanas. Esto va a depender de la temperatura, humedad, tipo de suelo y factores biológicos.
Las pérdidas por volatilización, como gas amonio en el caso de fertilizantes amoniacales, también dependerán de la temperatura, humedad y factores biológicos, pudiendo llegar a significar el 30% de pérdidas de N. Existen pruebas en países con altas temperaturas y humedad relativa donde las pérdidas puede llegar del orden del 70% aplicados al voleo.
¿Cómo evitar pérdidas de Nitrógeno?
Pérdidas por lixiviación: Hace ya muchas décadas se crearon los productos con inhibidores de la nitrificación, el más conocido es el DMPP, el cual se originó en Alemania como solución a un problema de salud pública. Esta tecnología actúa sobre el amonio (no sobre el nitrato) y su efecto se basa en ralentizar la acción de las bacterias Nitrosomonas y Nitrobacters, las cuales son las responsables del proceso de nitrificación. El N al quedar por más tiempo como NH4 en el suelo y por tener diferente carga que los coloides del suelo, no se lixivia (Es importante aclarar que la planta absorbe nitrato como amonio).
Pérdidas por volatilización: Este caso se produce mayormente cuando se usa Urea y UAN, las cuales, dependiendo de los niveles de humedad y temperatura, puede pasar muy rápido de ser urea a NH3, (proceso catalizado por la enzima ureasa). Los inhibidores de la volatilización como el NBPT tienen efecto sobre la ureasa, ralentizando su actuar, bajando la velocidad de traslocación de urea a NH3 y posterior NH4+.
Productos con Inhibidores
Existe una variada paleta de productos nitrogenados con o sin inhibidor de nitrificación y volatilización. También se pueden encontrar por separado inhibidores que pueden ser mezclado en los propios estanques de riego. El uso de inhibidores de nitrificación puede ocasionar que el nitrógeno permanezca disponible por más tiempo en el suelo, del orden de 8 semanas en comparación a los nitrógenos tradicionales que sólo permanecen 3 a 4 semanas, aumentando la eficiencia de su uso.
Manejo del Nitrógeno
La manera en que se maneja el nitrógeno dependerá del cultivo o especie frutal. Cada especie tiene etapas fenológicas distintas, en diferentes épocas y son cultivadas en tipos de suelo específicos (con texturas y bioquímica distintas), por lo cual no existe un estándar rígido de manejo. Por lo general, siempre va a ser adecuado poder mantener la fertilización nitrogenada lo más permanente posible, aumentando las unidades en momentos fenológicos que lo necesiten y bajando éstas en momentos en que la planta tiene una demanda menor.
Para cultivos que se fertilizan en invierno siempre será mejor optar por nitrógenos no ureicos, ya que estos necesitan la enzima ureasa para su traslocación, la cual necesita un mínimo de 14°C para funcionar, temperatura que por lo general no se tendrá en el suelo en meses de invierno.
Los nitratos de amonio, sulfato de amonio y sulfonitratos de amonio funcionan muy bien en invierno e inicios de primavera-verano, tienen un % de nitrato y otro de amonio, por lo cual son muy rápidos para entrar en acción y no necesitan de ninguna enzima para funcionar.
Es importante considerar en las estrategias de fertilización las fracciones nitrogenadas de fertilizantes como nitrato de calcio, nitrato de magnesio y nitrato de potasio las cuales adicionan nitrógeno al programa.
Dependiendo del suelo es importante localizar el nitrógeno en la zona radicular, por lo cual es importante tener presente el tiempo que demorará la solución de fertilizante desde que sale del gotero o aspersor hasta llegar y abordar a la zona radicular (velocidad de infiltración). En muchos casos existe la mala práctica de aplicar la solución nutricional desde el momento en que se comienza a regar terminando el nitrógeno bajo la zona de raíces, no siendo aprovechado por la planta, ocasionando ineficiencias que conlleva a una pérdida productiva.
Aporte de Nitrógeno
El aporte de nitrógeno puede ser obtenido por varias vías; agua de riego, guanos, materia orgánica del suelo, fertilizantes.
Siempre se debe considerar el aporte total de nitrógeno que se entrega en un programa nutricional. Se debe sumar el aporte de fertilizantes complejos como Nitrato de potasio, Nitrato de calcio, Nitrato de magnesio que van a aportar un porcentaje del total de nitrógeno que el huerto necesita. Pero el gran diferencial de nitrógeno debe ser aportado por nitrógenos puros como son los de la siguiente tabla:
Fertilizantes Nitrogenados puros
Existe una gran variedad de productos nitrogenados hoy en el mercado, los cuales finalmente están basados en las materias primas tradicionales pero que han sido mezclados entre ellos y también con otros elementos como inhibidores de nitrificación y volatilización.
Es muy interesante tener clara la variedad de productos para seleccionar, ya que cada huerto tendrá una necesidad diferente, tomando en cuenta la salinidad del campo, clima, textura, especie vegetal, química y microbiología de suelo, etc.
Cada producto tiene un nivel de solubilidad y salinidad distinto, además de incorporar distintos niveles de nutriente en su contenido. De esta manera se debe usar el nitrógeno que se adecue al suelo y al huerto en específico, de manera de maximizar la eficiencia y el rendimiento.
Lucas Ferrada Montero
Ingeniero Agrónomo
Asesor Nutrición Vegetal y Suelos
PORTAL REDGREEN
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