El agro Chileno, necesita profesionalizarse, modernizarse, regularizarse y reinventarse para seguir competitivo en un mundo globalizado y turbulento.
Para lo anterior, necesitamos cambiar nuestras leyes, políticas de fomentos, estructuras y lo más importante, generar cambios en nuestra cultura agrícola (tanto en personas, como en instituciones).
Los cambios culturales, son procesos que pueden durar años (cambios formativos) o un par de meses (cambios regulatorios). Por ejemplo, si intervenimos en los principios formativos, académicos de las mallas universitarias o si intervenimos en la regulación imponiendo una ley que restrinja los productos y forma en que se comercializan alimentos.
En este artículo, quiero abrir a discusión, los objetivos que debemos tener en mente para la formación de los futuros profesionales del agro. Para comenzar un cambio cultural desde nuestras bases.
Historicamente, se ha privilegiado las habilidades duras, sobre las habilidades blandas. El conocimiento puro, sobre la incorporación práctica. La realidad académica por sobre la realidad del mercado.
Hoy, el conocimiento esta cada día más disponible, pero a la vez, tiene una tasa cada día más rápida de obsolescencia. Debemos desarrollar una cultura de gestión del conocimiento. Por su parte, el mercado necesita profesionales que sepan desempeñarse en ambientes diversos y cambiantes. Que tengan las habilidades necesarias para adaptarse, reinventarse y liderar frente a nuevos escenarios.
Los conocimientos técnicos y la presencia en salas, siempre van a ser un aporte importante si se entrega la materia en forma adecuada. Los conocimientos básicos, permiten el entendimiento y desarrollo de conceptos más elaborados, eso es un hecho.
Sin embargo, las mallas académicas y los contenidos de los ramos, deben apuntar al desarrollo de conocimientos, competencias y hábitos.
¿Cuales son las competencias y los hábitos que quieren las empresas en sus profesionales?
Dentro de las competencias, a mi juicio, destaco:
- EL PENSAMIENTO CRÍTICO: Capacidad de abstracción, integración, proyección. Fundamental para incorporar una cultura de mejoramiento continuo.
- LA CAPACIDAD DE SOLUCIONAR PROBLEMAS: Muy relacionado al anterior, pero incorpora la actitud con que se enfrentan las cosas.
- CREATIVIDAD: Fundamental para crear valor, diferenciación, innovación.
- COMUNICACIÓN: La capacidad de empalizar y expresarse. Fundamental para ser eficaz y eficiente.
- COLABORACIÓN: Capacidad de involucrarse (un poco perdido dentro de la generación «Y»)
- ORIENTACIÓN A RESULTADOS: Trabajar y liderar en base a objetivos. Capacidad de darle un sentido al trabajo. Capacidad de motivar y automotivarse.
- LA VISIÓN ESTRATÉGICA: Inteligencia política. Capacidad de liderar objetivos de corto, mediano y largo plazo.
- CONOCIMIENTOS: Más que los conocimientos, la capacidad de aprender a aprender, actualizarse.
Dentro de los hábitos, muy ligados a los anteriores:
- ESTRATEGIA, PLANIFICACIÓN Y ORDEN EN EL TRABAJO: Ligado a la orientación de resultados.
- CURIOSIDAD: Es parte de la creatividad y el involucramiento.
- INICIATIVA – PROACTIVIDAD: Actitud.
- PERSISTENCIA: Actitud.
- ADAPTABILIDAD: Actitud.
- PASIÓN: Nivel máximo de involucramiento, orientación a los resultados y sentido del trabajo.
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Mis saludos
Gabriel Raffo Calderón
Greenhands Consulting
Desarrollo de agro productos y empresas
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